El Instituto de Pastoral de la Familia, celebró sus veinte años sirviendo a las familias del Perú. El P. David Farrell su fundador, mencionó que fue el P. Theodore Hesburgh,C.S.C., de la Universidad de Notre Dame, quien le inspiró a la formación de este Instituto. Un día el P. Hesburgh le dijo al P. David “si tienes dinero gástalo, pero que sea en las necesidades de hoy, y no las de cuarenta años atrás”. “Hoy estoy abismado por el desarrollo que ha tenido el Instituto desde que salí, este Instituto al igual que el Centro Peyton es realmente un lugar de Encuentro”. “Nuestro objetivo no es entretener a la gente, pero si poder hacer un análisis social y una evaluación cualitativa para saber si realmente con nuestros programas estamos ayudando a solucionar los problemas de la Familia en el Perú y en este sector de San Juan de Lurigancho” dijo el P. Farrell.
La celebración de este aniversario comenzó con tres ponencias, que ayudan a tener una visión de los desafíos que hoy enfrenta la familia en esta zona. El P. Carles, director del colegio Fe y Alegría 41 en Ñaña, y quien solo lleva 14 meses en el Perú, inició su presentación hablando de lo que recibo, lo que intuyo, y lo que deseo sobre la familia. El P. Carles entre otras cosas dijo: “deseo una sociedad peruana transformada por la mujer y acompañada por un varón que la quiera y sepa aprender a respetar las diferencias. La fidelidad conyugal es lo que hace aún más fuerte al amor conyugal”.
El Sr. José Antonio Patron, director del Centro Yancana Huasy indicó la realidad de la familia que tiene un niño en condición de discapacidad. Mencionó que “el 85% de las familias que llegan a Yancana Huasy son mamás que se han transformado en la cabeza de la familia”. Indicó que “es muy importante que la encuesta que se realizará este año a las familias en la zona, por parte de INFAM, precisen bien las preguntas que se harán y de esta manera se pueda afinar bien el análisis de como funcionan las familias de esta zona”.
Finalmente, el Magister José Vargas Divita – psicólogo comunitario y quien trabajó durante largo tiempo en el Ministerio de Educación, indicó que “el sistema educativo peruano requiere de cambios urgentes. Los valores se enseñan, en primer lugar, en la familia y luego en la escuela. La familia es la que transmite afectos y valores. Hay que mostrar los afectos, porque la felicidad no está allá sino que está en cada momento”.
La celebración culminó al día siguiente con una presentación dada por Monseñor Arturo Colgan, obispo auxiliar de la Diócesis de Chosica, quien expuso sobre los retos y desafíos de la Exhortación Amoris Laetitia, y luego se celebró la Eucaristía.